Sobre el racionalismo.
Un poco de historia.
Las siguientes extractos son del libro “The Shaping of France” del celebérrimo Isaac Asimov:
“Era un simple abad, pero el más grande que la mayoría de los papas: era Bernardo de Claraval...nacido en 1090 en el seno de una familia acomodada, cerca de Dijon, en Borgoña, a unos 200 Kms. al sudoeste de Paris [Francia]...”
“Su fama creció años tras año, y lo mismo la influencia de sus místicas concepciones religiosas. Fue devoto de la virgen María, por ejemplo, y él más que nadie fue responsable de la importancia que se le concedió la Iglesia posteriormente.”
Por otro lado:
“El más famoso de los primeros maestros (del núcleo que después paso a ser la Universidad de París) fue Pedro Abelardo, nacido en 1079 en una familia de la aristocracia menor. Durante el reinado de Luis VI, Abelardo fue un conferencista enormemente popular, los estudiantes afluían a él ávidamente, pues no solo era un fascinante orador, sino también <<moderno>>. Argumentaba, en la medida de lo posible, de manera razonada, en lugar de citar solamente a autoridades.”
“La verdad en su libro Sic et Non (Si o No) abordo 158 cuestiones teológicas sobre las cuales citaba a autoridades. En todo los casos citaba a autoridades antiguas de las más impecablemente piadosas de cada lado y dejaba la cuestión sin resolver y hasta sin discutirla él mismo. Sin proferir una palabra, por así decir, demostraba ampliamente la absoluta bancarrota intelectual que genera el citar, meramente a autoridades >.”
“Fue apodado el <<Rinoceronte Indomable>> que muestra cual debe haber sido su efecto sobre los que se lo oponían...derrotaba a otros con despreciativa facilidad, mediante una brillante dialéctica.”
Inevitablemente:
“Las concepciones místicas de Bernardo eran diametralmente opuestas a la confianza de Abelardo en la razón, y Bernardo era tan disputador y arrogante como Abelardo, y mucho más, poderoso y peligroso. Finalmente Bernardo triunfó e hizo que las obras de Abelardo fueran declaradas heréticas. Habría hecho juzgar a Abelardo y quizá habría logrado hacerlo ejecutar, pero Abelardo murió en 1142.”
Sin embargo:
“Pero las ideas de Abelardo siguieron siendo influyentes, y las reglas de la razón que trato de establecer fue establecida finalmente , pese a la oposición de Bernardo.de Claraval. La concepción racionalista ha reinado en la vida intelectual de occidente desde entonces, aunque nunca sin la oposición de los Místicos.”
Me sorprende tu manera de pensar.
Esta expresión la podemos leer o escuchar de escépticos o racionalistas, y de igual forma de Místicos o Crédulos, al referirse al modo de pensar de unos y de otros. Esto me hace recordar una anécdota: En cierta ocasión una mujer encuentra a su marido besando apasionadamente a su sirvienta y la esposa le reclama diciéndole.
-Torcuato, estoy sorprendida, tú, un catedrático de la real academia de la lengua española, ¿CON LA SIRVIENTA?.
A lo que el Marido responde ofendido.
-Elena, si vas a hacer uso del idioma español, hazlo apropiadamente, tú, lo que estas es: asombrada, los sorprendidos somos nosotros.
Je, je, je, perdón no lo pude evitar, solo es un chiste, pero nos corrige el punto.
Pero volviendo al tema la pregunta es; ¿Quién tiene la razón?. Yo concluyo que los escépticos, no por lo expuesto anteriormente, eso prefiero hacerlo a lo largo de la discusión, (si es que se da), pero como dice Descartes:
“No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón: todo mundo esta convencido de tener la suficiente”
Ustedes que opinan.
¿Racionalismo o Místisismo?
Moderadores: ASIMOV22, Moravec
- Roberto
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¿Racionalismo o Místisismo?
"Todo aquel que crea en la telequinesis, que por favor levante mi mano.– James Randi."
escepticismo
escepticismo [escepticismo]
m.
1. Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo.
2. Doctrina de ciertos filósofos antiguos y modernos, que consiste en afirmar que la verdad no existe, o que, si existe, el hombre es incapaz de conocerla.
[De escéptico-ismo ]
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bueno, vamos a ver si me aclaro los pensamientos,las ideas y la voz...
si la verdad no existe, ¡todo esto es mentira!!!!!
no soy esceptico porque confío en que el hombre es CAPAZ de conocer la verdad, porque la verdad está más cerca de lo que uno pueda creer...
muchos científicos modernos carecen de escepticismo pues encuentran las respuestas a los misterios de la naturaleza y el universo...einstein es un perfecto ejemplo de ello...
la persona escéptica se auto limita a unos tratados y ponencias de otras personas escepticas que a su vez están limitando sus conocimientos por no involucrarse en temas que tacharán siempre de burdas supercherías y pseudociencias...
las personas que no saben pronunciarse con seguridad sobre la pregunta tan pisoteada de si existe algo más...son agnósticos
agnosticismo
agnosticismo [agnosticismo]
m.
1. Actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia.
[De agnóstico ]
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CONTINUARÁ....
escepticismo [escepticismo]
m.
1. Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo.
2. Doctrina de ciertos filósofos antiguos y modernos, que consiste en afirmar que la verdad no existe, o que, si existe, el hombre es incapaz de conocerla.
[De escéptico-ismo ]
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bueno, vamos a ver si me aclaro los pensamientos,las ideas y la voz...
si la verdad no existe, ¡todo esto es mentira!!!!!
no soy esceptico porque confío en que el hombre es CAPAZ de conocer la verdad, porque la verdad está más cerca de lo que uno pueda creer...
muchos científicos modernos carecen de escepticismo pues encuentran las respuestas a los misterios de la naturaleza y el universo...einstein es un perfecto ejemplo de ello...
la persona escéptica se auto limita a unos tratados y ponencias de otras personas escepticas que a su vez están limitando sus conocimientos por no involucrarse en temas que tacharán siempre de burdas supercherías y pseudociencias...
las personas que no saben pronunciarse con seguridad sobre la pregunta tan pisoteada de si existe algo más...son agnósticos
agnosticismo
agnosticismo [agnosticismo]
m.
1. Actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia.
[De agnóstico ]
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- Roberto
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En primer lugar bienvenido hasorum, en segundo termino disculpa por responderte antes de que continúes, pero tu definición de escepticismo, no es que este mal, sino, incompleta, por ello me permito postear la mayor parte de un artículo sobre lo que es el escepticismo de esta misma web
¿Qué es un Escéptico?
Traducción de la definición de escéptico por la revista Skeptic:
¿Qué significa ser un escéptico? Algunas personas creen que el escepticismo es el rechazo de nuevas ideas, o peor, confunden "escéptico" con "cínico" y piensan que los escépticos son una bola de viejitos gruñones renuentes a aceptar cualquier afirmación que rete el status quo. Esto es incorrecto. El escepticismo es una posición provisional a las afirmaciones. Es la aplicación de la razón a cualquiera y todas las ideas -no se permiten vacas sagradas. En otras palabras, el escepticismo es un método, no una posición. Idealmente, los escépticos no van a una investigación cerrados a la posibilidad de que un fenómeno pueda ser real o que una afirmación pueda ser verdadera. Cuando decimos que somos "escépticos", queremos decir que debemos ver evidencia convincente antes de creer.
El escepticismo ha tenido una larga tradición histórica que data desde la Grecia antigua cuando Sócrates observó: "Yo solo sé que no sé nada". Pero ésta pura posición es estéril e improductiva y sostenida por virtualmente nadie. Si tú eres escéptico de todo, entonces deberás ser escéptico de tu propio escepticismo.
El escepticismo moderno esta basado en el método científico, que envuelve el obtener información para formular y probar explicaciones naturalísticas para los fenómenos naturales. Una afirmación se vuelve un hecho cuando es confirmada a tal extenso que sería razonable ofrecer un acuerdo temporal. Pero todos hechos en la ciencia son provisionales y sujetos a refutación, por eso el escepticismo es un método que conduce a conclusiones provisionales.
Copyright © por SobreNatural.NET Derechos Reservados.
Publicado en: 2004-08-24
Sin embargo podemos utilizar tu interpretación de las definiciones que encontraste para señalar eso precisamente de lo que se refiere esta discusión.
La conclusión de que llegas de que si no existe la verdad todo es mentira, es errónea en el sentido de que es un argumento non sequitur, que significa no sigue, o sea no necesariamente la ausencia de verdad es presencia de mentira, lo que se refiere la inconclusa definición que citas es que en las investigaciones filosóficas que el hombre ha hecho de la naturaleza, no ha llegado a una verdad absoluta, siempre ha existido otro experimento, conclusión, análisis que refuta la “verdad” anterior, por ello se ha concluido que si la verdad existe, nunca la podremos alcanzar, por la sencilla razón e que nunca dejaremos de investigar y por ello nunca estaremos seguros de que otro experimento nos contradiga la conclusión anterior.
Permíteme decírtelo con una parábola imagínate que la verdad se encuentra al final de una pista de 100 metros, el hombre más rápido del mundo alcanzara la verdad en menos de 10 segundos, pero, el problema es que lo tiene que hacer en la más negra de las oscuridades y lo cual puede provocar que se salga del camino si lo hace sin un método confiable que le asegure que va por la senda correcta, para ello se le proporciona un aparatito que se llama “método científico” este aparato funciona, en nuestro fantasiosa parábola, de la siguiente manera; tomas el aparato y lo apuntas delante de ti, girando 360° para asegurar que localizaras el final de la pista, no la verdad, cuando estés haciendo ese giro y en tu aparato se encienda una luz roja dirigirás tus pasoshacia allá, pero solo avanzaras la mitad de la distancia que te separa del final, ¿Cuándo alcanzara la verdad?
Continuara…
¿Qué es un Escéptico?
Traducción de la definición de escéptico por la revista Skeptic:
¿Qué significa ser un escéptico? Algunas personas creen que el escepticismo es el rechazo de nuevas ideas, o peor, confunden "escéptico" con "cínico" y piensan que los escépticos son una bola de viejitos gruñones renuentes a aceptar cualquier afirmación que rete el status quo. Esto es incorrecto. El escepticismo es una posición provisional a las afirmaciones. Es la aplicación de la razón a cualquiera y todas las ideas -no se permiten vacas sagradas. En otras palabras, el escepticismo es un método, no una posición. Idealmente, los escépticos no van a una investigación cerrados a la posibilidad de que un fenómeno pueda ser real o que una afirmación pueda ser verdadera. Cuando decimos que somos "escépticos", queremos decir que debemos ver evidencia convincente antes de creer.
El escepticismo ha tenido una larga tradición histórica que data desde la Grecia antigua cuando Sócrates observó: "Yo solo sé que no sé nada". Pero ésta pura posición es estéril e improductiva y sostenida por virtualmente nadie. Si tú eres escéptico de todo, entonces deberás ser escéptico de tu propio escepticismo.
El escepticismo moderno esta basado en el método científico, que envuelve el obtener información para formular y probar explicaciones naturalísticas para los fenómenos naturales. Una afirmación se vuelve un hecho cuando es confirmada a tal extenso que sería razonable ofrecer un acuerdo temporal. Pero todos hechos en la ciencia son provisionales y sujetos a refutación, por eso el escepticismo es un método que conduce a conclusiones provisionales.
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Publicado en: 2004-08-24
Sin embargo podemos utilizar tu interpretación de las definiciones que encontraste para señalar eso precisamente de lo que se refiere esta discusión.
La conclusión de que llegas de que si no existe la verdad todo es mentira, es errónea en el sentido de que es un argumento non sequitur, que significa no sigue, o sea no necesariamente la ausencia de verdad es presencia de mentira, lo que se refiere la inconclusa definición que citas es que en las investigaciones filosóficas que el hombre ha hecho de la naturaleza, no ha llegado a una verdad absoluta, siempre ha existido otro experimento, conclusión, análisis que refuta la “verdad” anterior, por ello se ha concluido que si la verdad existe, nunca la podremos alcanzar, por la sencilla razón e que nunca dejaremos de investigar y por ello nunca estaremos seguros de que otro experimento nos contradiga la conclusión anterior.
Permíteme decírtelo con una parábola imagínate que la verdad se encuentra al final de una pista de 100 metros, el hombre más rápido del mundo alcanzara la verdad en menos de 10 segundos, pero, el problema es que lo tiene que hacer en la más negra de las oscuridades y lo cual puede provocar que se salga del camino si lo hace sin un método confiable que le asegure que va por la senda correcta, para ello se le proporciona un aparatito que se llama “método científico” este aparato funciona, en nuestro fantasiosa parábola, de la siguiente manera; tomas el aparato y lo apuntas delante de ti, girando 360° para asegurar que localizaras el final de la pista, no la verdad, cuando estés haciendo ese giro y en tu aparato se encienda una luz roja dirigirás tus pasoshacia allá, pero solo avanzaras la mitad de la distancia que te separa del final, ¿Cuándo alcanzara la verdad?
Continuara…
"Todo aquel que crea en la telequinesis, que por favor levante mi mano.– James Randi."
ME PARESE INTERESANTÍSIMO EL TEMA DE ESTE FORO Y LOS FELICITO POR SU PARTICIPACIÓN. PERMITANME EXPONER UN TEXTO CON EL FIN DE APORTAR UN PEQUEÑO GRANO DE ARENA EN EL UNIVERSO DEL CONOCIMIENTO. SALUDOS
ESCEPTICISMO
TEOLOGÍA FUNDAMENTAL
1. EXPLICACIÓN DEL CONCEPTO.
El concepto "escepticismo" se refiere directamente a la palabra francesa sceptique (escéptico, escépticos), pero detrás está la palabra griega original, sképtomai (observar examinando). Con el término filosófico se designa comúnmente aquella orientación filosófica o actitud mental que se abstiene de juzgar porque no puede decidirse con suficiente seguridad sobre la verdad o falsedad de las aseveraciones.
Un escepticismo radical es contradictorio, porque la afirmación "hay que dudar de todo" contradice a la pretensión de verdad que propone. Puede darse un escepticismo relativo o limitado referido a determinados ámbitos (religión, ética, estética, etc.). Desde Descartes se habla de un escepticismo "metódico". Ciertamente se puede dudar de todo, pero exceptuando el yo pensante del que duda. El que duda de todo, evidentemente, no puede dudar del hecho de que es él mismo el que duda. Con esto esperaba Descartes superar el escepticismo.
2. EL ESCEPTICISMO EN LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL. Históricamente el escepticismo se presenta con el rostro de Jano: como fenómeno decadente de civilizaciones que se hunden y también corno instrumento del pensamiento ilustrado.
En el pensamiento filosófico de Occidente el escepticismo hace su aparición como escuela filosófica ante todo en la antigua Grecia entre 300 y 200 á.C. Se distinguen tres fases en su evolución: el escepticismo antiguo (Pirrón, Timón), el medio o académico (Arquesilao, Carnéades) y el escepticismo reciente o moderno (Enedisemo, Sexto Empírico). Con otras escuelas (p.ej., con el estoicismo y el epicureísmo) tiene en común el escepticismo griego antiguo la tendencia a la felicidad. También él ve el supuesto de la felicidad en la serenidad de espíritu (ataraxia). Sin embargo, a diferencia de las otras escuelas, que intentan alcanzarla por medio del conocimiento del mundo, el escepticismo renuncia enteramente a este conocimiento. Sin conocimiento, el escéptico no se vería afectado por el mundo exterior, consiguiendo así alcanzar la tranquilidad de espíritu, que es el supuesto de la verdadera felicidad. La renuncia al conocimiento se funda en la imposibilidad de conocer la verdad o el mundo. La filosofía antigua elabora un concepto peculiar de escepticismo: el examen crítico del pensamiento no lleva a un juicio equilibrado, sino que termina en la aporía. El escéptico no llega ni a una afirmación positiva ni tampoco negativa, sino que persiste en abstenerse de todo juicio (epojé), como aquel asno (del que habla la filosofía) que está a igual distancia de dos montones de heno y se muere de hambre porque, según se cuenta, no logra decidirse m por el uno ni por el otro.
El cristianismo se enfrenta ya muy pronto con el escepticismo. El punto de partida es la cuestión de si existe un paso de la duda del pensamiento a la seguridad de la fe, o también si hay una coexistencia justificada de ambos. Evidentemente, el escepticismo queda excluido por principio. En Tertuliano se enfrentan irreconciliables "Atenas" y "Jerusalén". La fe cristiana excluye la duda y la búsqueda. Un diálogo entre fe y escepticismo no tiene sentido. También l Agustín (en Contra Academicos) opone la seguridad de la fe a la duda; pero intenta refutar filosóficamente el escepticismo.
La escolástica medieval no conoce corrientes escépticas. Los primeros indicios reaparecen sólo con Duns Scoto y Ockham. El "cogito, ergo sum" de Descartes quiere superar por principio todo escepticismo. El escepticismo de Hume sobre la ética racional y el principio de causalidad como fuente de conocimiento tiene un efecto contundente en la ulterior evolución del pensamiento filosófico. Para Hegel, el escepticismo es un momento de la verdad del todo. El escepticismo de Nietzsche desemboca en el nihilismo.
Al presente, el escepticismo es más bien un aspecto fundamental del filosofar moderno que una orientación determinada de la filosofía. Como tal, defiende la libertad del espíritu en la búsqueda sin reservas de la verdad contra todos los intentos de dogmatizar el pensamiento.
3. VALORACIÓN TEOLÓGICA. El escepticismo no ha sido nunca condenado expresamente por un documento eclesiástico. En realidad, podría aplicarse aquí cuanto se ha dicho sobre el /agnosticismo.
Con todo, un escepticismo limitado o metódico, en el sentido de un "interrogar radical", podría ser muy legítimo y mostrar la ambivalencia de muchos ámbitos, abordando críticamente lo que en apariencia es evidente e investigándolo. La justificación de semejante escepticismo radica en la contingencia del conocimiento humano.
La relación entre fe y duda (en el sentido de buscar e interrogar) es el problema teológico central. Pues, en última instancia, la fe no representa ninguna posesión indiscutible. La fe cristiana es perfectamente consciente de una coexistencia de fe y duda rica en tensiones (cf Mc 9,24). Pablo invita a los creyentes a examinar críticamente su fe (cf 2Cor 13,5). La seguridad de la fe se la puede ver en arriesgarse serenamente a preguntarlo todo.
El escepticismo es teológicamente significativo también cuando la actividad humana del conocimiento intenta deducir una pretensión absoluta de la relación de la fe cristiana a la revelación. La misma fe permanece por principio escéptica frente a las promesas salvíficas del conocimiento científico. También la teología como ciencia (/Teología, IV) está sometida a las limitaciones del conocimiento humano, y por eso un escepticismo limitado tiene también en ella un amplio campo de acción.
Wilhelm Weischedel (1905-1975) se ha ocupado a fondo de la relación del pensamiento escéptico con la cuestión de Dios. Entiende él por escepticismo un "interrogar radical", que constituye el rasgo característico de la filosofía moderna. A diferencia de Descartes, ve él en el proceso mismo de la búsqueda y el preguntar radicales el dato indubitable, la "seguridad primera". Para que el pensamiento escéptico pueda llegar a la cuestión de Dios debe, por su parte, sentirse afectado por una realidad que no puede ya cuestionarse como tal, "que más bien en ese radical cuestionarse se afirma y se acredita como realidad" (Weischedel, p. 20). Entonces la realidad cuestionable aparece ella misma en su problematicidad como misterio. Cuestionabilidad radical y misterio se condicionan recíprocamente. Weischedel aduce tres ejemplos: 1) que en la contingencia de todo ser existe realmente algo; 2) la experiencia de la muerte y de la caducidad; 3) el mundo como totalidad. La índole misteriosa de la realidad no se inventa ni se suscita, sino que es anterior a encontrarla; más aún, se impone directamente al pensamiento escéptico, que choca inevitablemente con ella. El interrogar radical no sería posible si no existiera primero el misterio que ha dado el impulso al interrogar. Por eso el misterio es supuesto y posibilidad del interrogar. Weischedel no pretende realmente identificar sin más con el Dios cristiano el misterio que se resiste a todo interrogar. Pero, según él, la fe cristiana se refiere últimamente a lo que filosóficamente se presenta como el misterio. Por tanto, fe y filosofía hablan en última instancia de lo mismo en lenguajes diversos: la fe, con el lenguaje de las imágenes; la filosofía, directamente.
B. Groth
http://www.mercaba.org/DicT/TF_escepticismo.htm
ESCEPTICISMO
TEOLOGÍA FUNDAMENTAL
1. EXPLICACIÓN DEL CONCEPTO.
El concepto "escepticismo" se refiere directamente a la palabra francesa sceptique (escéptico, escépticos), pero detrás está la palabra griega original, sképtomai (observar examinando). Con el término filosófico se designa comúnmente aquella orientación filosófica o actitud mental que se abstiene de juzgar porque no puede decidirse con suficiente seguridad sobre la verdad o falsedad de las aseveraciones.
Un escepticismo radical es contradictorio, porque la afirmación "hay que dudar de todo" contradice a la pretensión de verdad que propone. Puede darse un escepticismo relativo o limitado referido a determinados ámbitos (religión, ética, estética, etc.). Desde Descartes se habla de un escepticismo "metódico". Ciertamente se puede dudar de todo, pero exceptuando el yo pensante del que duda. El que duda de todo, evidentemente, no puede dudar del hecho de que es él mismo el que duda. Con esto esperaba Descartes superar el escepticismo.
2. EL ESCEPTICISMO EN LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL. Históricamente el escepticismo se presenta con el rostro de Jano: como fenómeno decadente de civilizaciones que se hunden y también corno instrumento del pensamiento ilustrado.
En el pensamiento filosófico de Occidente el escepticismo hace su aparición como escuela filosófica ante todo en la antigua Grecia entre 300 y 200 á.C. Se distinguen tres fases en su evolución: el escepticismo antiguo (Pirrón, Timón), el medio o académico (Arquesilao, Carnéades) y el escepticismo reciente o moderno (Enedisemo, Sexto Empírico). Con otras escuelas (p.ej., con el estoicismo y el epicureísmo) tiene en común el escepticismo griego antiguo la tendencia a la felicidad. También él ve el supuesto de la felicidad en la serenidad de espíritu (ataraxia). Sin embargo, a diferencia de las otras escuelas, que intentan alcanzarla por medio del conocimiento del mundo, el escepticismo renuncia enteramente a este conocimiento. Sin conocimiento, el escéptico no se vería afectado por el mundo exterior, consiguiendo así alcanzar la tranquilidad de espíritu, que es el supuesto de la verdadera felicidad. La renuncia al conocimiento se funda en la imposibilidad de conocer la verdad o el mundo. La filosofía antigua elabora un concepto peculiar de escepticismo: el examen crítico del pensamiento no lleva a un juicio equilibrado, sino que termina en la aporía. El escéptico no llega ni a una afirmación positiva ni tampoco negativa, sino que persiste en abstenerse de todo juicio (epojé), como aquel asno (del que habla la filosofía) que está a igual distancia de dos montones de heno y se muere de hambre porque, según se cuenta, no logra decidirse m por el uno ni por el otro.
El cristianismo se enfrenta ya muy pronto con el escepticismo. El punto de partida es la cuestión de si existe un paso de la duda del pensamiento a la seguridad de la fe, o también si hay una coexistencia justificada de ambos. Evidentemente, el escepticismo queda excluido por principio. En Tertuliano se enfrentan irreconciliables "Atenas" y "Jerusalén". La fe cristiana excluye la duda y la búsqueda. Un diálogo entre fe y escepticismo no tiene sentido. También l Agustín (en Contra Academicos) opone la seguridad de la fe a la duda; pero intenta refutar filosóficamente el escepticismo.
La escolástica medieval no conoce corrientes escépticas. Los primeros indicios reaparecen sólo con Duns Scoto y Ockham. El "cogito, ergo sum" de Descartes quiere superar por principio todo escepticismo. El escepticismo de Hume sobre la ética racional y el principio de causalidad como fuente de conocimiento tiene un efecto contundente en la ulterior evolución del pensamiento filosófico. Para Hegel, el escepticismo es un momento de la verdad del todo. El escepticismo de Nietzsche desemboca en el nihilismo.
Al presente, el escepticismo es más bien un aspecto fundamental del filosofar moderno que una orientación determinada de la filosofía. Como tal, defiende la libertad del espíritu en la búsqueda sin reservas de la verdad contra todos los intentos de dogmatizar el pensamiento.
3. VALORACIÓN TEOLÓGICA. El escepticismo no ha sido nunca condenado expresamente por un documento eclesiástico. En realidad, podría aplicarse aquí cuanto se ha dicho sobre el /agnosticismo.
Con todo, un escepticismo limitado o metódico, en el sentido de un "interrogar radical", podría ser muy legítimo y mostrar la ambivalencia de muchos ámbitos, abordando críticamente lo que en apariencia es evidente e investigándolo. La justificación de semejante escepticismo radica en la contingencia del conocimiento humano.
La relación entre fe y duda (en el sentido de buscar e interrogar) es el problema teológico central. Pues, en última instancia, la fe no representa ninguna posesión indiscutible. La fe cristiana es perfectamente consciente de una coexistencia de fe y duda rica en tensiones (cf Mc 9,24). Pablo invita a los creyentes a examinar críticamente su fe (cf 2Cor 13,5). La seguridad de la fe se la puede ver en arriesgarse serenamente a preguntarlo todo.
El escepticismo es teológicamente significativo también cuando la actividad humana del conocimiento intenta deducir una pretensión absoluta de la relación de la fe cristiana a la revelación. La misma fe permanece por principio escéptica frente a las promesas salvíficas del conocimiento científico. También la teología como ciencia (/Teología, IV) está sometida a las limitaciones del conocimiento humano, y por eso un escepticismo limitado tiene también en ella un amplio campo de acción.
Wilhelm Weischedel (1905-1975) se ha ocupado a fondo de la relación del pensamiento escéptico con la cuestión de Dios. Entiende él por escepticismo un "interrogar radical", que constituye el rasgo característico de la filosofía moderna. A diferencia de Descartes, ve él en el proceso mismo de la búsqueda y el preguntar radicales el dato indubitable, la "seguridad primera". Para que el pensamiento escéptico pueda llegar a la cuestión de Dios debe, por su parte, sentirse afectado por una realidad que no puede ya cuestionarse como tal, "que más bien en ese radical cuestionarse se afirma y se acredita como realidad" (Weischedel, p. 20). Entonces la realidad cuestionable aparece ella misma en su problematicidad como misterio. Cuestionabilidad radical y misterio se condicionan recíprocamente. Weischedel aduce tres ejemplos: 1) que en la contingencia de todo ser existe realmente algo; 2) la experiencia de la muerte y de la caducidad; 3) el mundo como totalidad. La índole misteriosa de la realidad no se inventa ni se suscita, sino que es anterior a encontrarla; más aún, se impone directamente al pensamiento escéptico, que choca inevitablemente con ella. El interrogar radical no sería posible si no existiera primero el misterio que ha dado el impulso al interrogar. Por eso el misterio es supuesto y posibilidad del interrogar. Weischedel no pretende realmente identificar sin más con el Dios cristiano el misterio que se resiste a todo interrogar. Pero, según él, la fe cristiana se refiere últimamente a lo que filosóficamente se presenta como el misterio. Por tanto, fe y filosofía hablan en última instancia de lo mismo en lenguajes diversos: la fe, con el lenguaje de las imágenes; la filosofía, directamente.
B. Groth
http://www.mercaba.org/DicT/TF_escepticismo.htm
ME PARESE INTERESANTÍSIMO EL TEMA DE ESTE FORO Y LOS FELICITO POR SU PARTICIPACIÓN. PERMITANME EXPONER UN TEXTO CON EL FIN DE APORTAR UN PEQUEÑO GRANO DE ARENA EN EL UNIVERSO DEL CONOCIMIENTO. SALUDOS
ESCEPTICISMO
TEOLOGÍA FUNDAMENTAL
1. EXPLICACIÓN DEL CONCEPTO.
El concepto "escepticismo" se refiere directamente a la palabra francesa sceptique (escéptico, escépticos), pero detrás está la palabra griega original, sképtomai (observar examinando). Con el término filosófico se designa comúnmente aquella orientación filosófica o actitud mental que se abstiene de juzgar porque no puede decidirse con suficiente seguridad sobre la verdad o falsedad de las aseveraciones.
Un escepticismo radical es contradictorio, porque la afirmación "hay que dudar de todo" contradice a la pretensión de verdad que propone. Puede darse un escepticismo relativo o limitado referido a determinados ámbitos (religión, ética, estética, etc.). Desde Descartes se habla de un escepticismo "metódico". Ciertamente se puede dudar de todo, pero exceptuando el yo pensante del que duda. El que duda de todo, evidentemente, no puede dudar del hecho de que es él mismo el que duda. Con esto esperaba Descartes superar el escepticismo.
2. EL ESCEPTICISMO EN LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL. Históricamente el escepticismo se presenta con el rostro de Jano: como fenómeno decadente de civilizaciones que se hunden y también corno instrumento del pensamiento ilustrado.
En el pensamiento filosófico de Occidente el escepticismo hace su aparición como escuela filosófica ante todo en la antigua Grecia entre 300 y 200 á.C. Se distinguen tres fases en su evolución: el escepticismo antiguo (Pirrón, Timón), el medio o académico (Arquesilao, Carnéades) y el escepticismo reciente o moderno (Enedisemo, Sexto Empírico). Con otras escuelas (p.ej., con el estoicismo y el epicureísmo) tiene en común el escepticismo griego antiguo la tendencia a la felicidad. También él ve el supuesto de la felicidad en la serenidad de espíritu (ataraxia). Sin embargo, a diferencia de las otras escuelas, que intentan alcanzarla por medio del conocimiento del mundo, el escepticismo renuncia enteramente a este conocimiento. Sin conocimiento, el escéptico no se vería afectado por el mundo exterior, consiguiendo así alcanzar la tranquilidad de espíritu, que es el supuesto de la verdadera felicidad. La renuncia al conocimiento se funda en la imposibilidad de conocer la verdad o el mundo. La filosofía antigua elabora un concepto peculiar de escepticismo: el examen crítico del pensamiento no lleva a un juicio equilibrado, sino que termina en la aporía. El escéptico no llega ni a una afirmación positiva ni tampoco negativa, sino que persiste en abstenerse de todo juicio (epojé), como aquel asno (del que habla la filosofía) que está a igual distancia de dos montones de heno y se muere de hambre porque, según se cuenta, no logra decidirse m por el uno ni por el otro.
El cristianismo se enfrenta ya muy pronto con el escepticismo. El punto de partida es la cuestión de si existe un paso de la duda del pensamiento a la seguridad de la fe, o también si hay una coexistencia justificada de ambos. Evidentemente, el escepticismo queda excluido por principio. En Tertuliano se enfrentan irreconciliables "Atenas" y "Jerusalén". La fe cristiana excluye la duda y la búsqueda. Un diálogo entre fe y escepticismo no tiene sentido. También l Agustín (en Contra Academicos) opone la seguridad de la fe a la duda; pero intenta refutar filosóficamente el escepticismo.
La escolástica medieval no conoce corrientes escépticas. Los primeros indicios reaparecen sólo con Duns Scoto y Ockham. El "cogito, ergo sum" de Descartes quiere superar por principio todo escepticismo. El escepticismo de Hume sobre la ética racional y el principio de causalidad como fuente de conocimiento tiene un efecto contundente en la ulterior evolución del pensamiento filosófico. Para Hegel, el escepticismo es un momento de la verdad del todo. El escepticismo de Nietzsche desemboca en el nihilismo.
Al presente, el escepticismo es más bien un aspecto fundamental del filosofar moderno que una orientación determinada de la filosofía. Como tal, defiende la libertad del espíritu en la búsqueda sin reservas de la verdad contra todos los intentos de dogmatizar el pensamiento.
3. VALORACIÓN TEOLÓGICA. El escepticismo no ha sido nunca condenado expresamente por un documento eclesiástico. En realidad, podría aplicarse aquí cuanto se ha dicho sobre el /agnosticismo.
Con todo, un escepticismo limitado o metódico, en el sentido de un "interrogar radical", podría ser muy legítimo y mostrar la ambivalencia de muchos ámbitos, abordando críticamente lo que en apariencia es evidente e investigándolo. La justificación de semejante escepticismo radica en la contingencia del conocimiento humano.
La relación entre fe y duda (en el sentido de buscar e interrogar) es el problema teológico central. Pues, en última instancia, la fe no representa ninguna posesión indiscutible. La fe cristiana es perfectamente consciente de una coexistencia de fe y duda rica en tensiones (cf Mc 9,24). Pablo invita a los creyentes a examinar críticamente su fe (cf 2Cor 13,5). La seguridad de la fe se la puede ver en arriesgarse serenamente a preguntarlo todo.
El escepticismo es teológicamente significativo también cuando la actividad humana del conocimiento intenta deducir una pretensión absoluta de la relación de la fe cristiana a la revelación. La misma fe permanece por principio escéptica frente a las promesas salvíficas del conocimiento científico. También la teología como ciencia (/Teología, IV) está sometida a las limitaciones del conocimiento humano, y por eso un escepticismo limitado tiene también en ella un amplio campo de acción.
Wilhelm Weischedel (1905-1975) se ha ocupado a fondo de la relación del pensamiento escéptico con la cuestión de Dios. Entiende él por escepticismo un "interrogar radical", que constituye el rasgo característico de la filosofía moderna. A diferencia de Descartes, ve él en el proceso mismo de la búsqueda y el preguntar radicales el dato indubitable, la "seguridad primera". Para que el pensamiento escéptico pueda llegar a la cuestión de Dios debe, por su parte, sentirse afectado por una realidad que no puede ya cuestionarse como tal, "que más bien en ese radical cuestionarse se afirma y se acredita como realidad" (Weischedel, p. 20). Entonces la realidad cuestionable aparece ella misma en su problematicidad como misterio. Cuestionabilidad radical y misterio se condicionan recíprocamente. Weischedel aduce tres ejemplos: 1) que en la contingencia de todo ser existe realmente algo; 2) la experiencia de la muerte y de la caducidad; 3) el mundo como totalidad. La índole misteriosa de la realidad no se inventa ni se suscita, sino que es anterior a encontrarla; más aún, se impone directamente al pensamiento escéptico, que choca inevitablemente con ella. El interrogar radical no sería posible si no existiera primero el misterio que ha dado el impulso al interrogar. Por eso el misterio es supuesto y posibilidad del interrogar. Weischedel no pretende realmente identificar sin más con el Dios cristiano el misterio que se resiste a todo interrogar. Pero, según él, la fe cristiana se refiere últimamente a lo que filosóficamente se presenta como el misterio. Por tanto, fe y filosofía hablan en última instancia de lo mismo en lenguajes diversos: la fe, con el lenguaje de las imágenes; la filosofía, directamente.
B. Groth
http://www.mercaba.org/DicT/TF_escepticismo.htm
ESCEPTICISMO
TEOLOGÍA FUNDAMENTAL
1. EXPLICACIÓN DEL CONCEPTO.
El concepto "escepticismo" se refiere directamente a la palabra francesa sceptique (escéptico, escépticos), pero detrás está la palabra griega original, sképtomai (observar examinando). Con el término filosófico se designa comúnmente aquella orientación filosófica o actitud mental que se abstiene de juzgar porque no puede decidirse con suficiente seguridad sobre la verdad o falsedad de las aseveraciones.
Un escepticismo radical es contradictorio, porque la afirmación "hay que dudar de todo" contradice a la pretensión de verdad que propone. Puede darse un escepticismo relativo o limitado referido a determinados ámbitos (religión, ética, estética, etc.). Desde Descartes se habla de un escepticismo "metódico". Ciertamente se puede dudar de todo, pero exceptuando el yo pensante del que duda. El que duda de todo, evidentemente, no puede dudar del hecho de que es él mismo el que duda. Con esto esperaba Descartes superar el escepticismo.
2. EL ESCEPTICISMO EN LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL. Históricamente el escepticismo se presenta con el rostro de Jano: como fenómeno decadente de civilizaciones que se hunden y también corno instrumento del pensamiento ilustrado.
En el pensamiento filosófico de Occidente el escepticismo hace su aparición como escuela filosófica ante todo en la antigua Grecia entre 300 y 200 á.C. Se distinguen tres fases en su evolución: el escepticismo antiguo (Pirrón, Timón), el medio o académico (Arquesilao, Carnéades) y el escepticismo reciente o moderno (Enedisemo, Sexto Empírico). Con otras escuelas (p.ej., con el estoicismo y el epicureísmo) tiene en común el escepticismo griego antiguo la tendencia a la felicidad. También él ve el supuesto de la felicidad en la serenidad de espíritu (ataraxia). Sin embargo, a diferencia de las otras escuelas, que intentan alcanzarla por medio del conocimiento del mundo, el escepticismo renuncia enteramente a este conocimiento. Sin conocimiento, el escéptico no se vería afectado por el mundo exterior, consiguiendo así alcanzar la tranquilidad de espíritu, que es el supuesto de la verdadera felicidad. La renuncia al conocimiento se funda en la imposibilidad de conocer la verdad o el mundo. La filosofía antigua elabora un concepto peculiar de escepticismo: el examen crítico del pensamiento no lleva a un juicio equilibrado, sino que termina en la aporía. El escéptico no llega ni a una afirmación positiva ni tampoco negativa, sino que persiste en abstenerse de todo juicio (epojé), como aquel asno (del que habla la filosofía) que está a igual distancia de dos montones de heno y se muere de hambre porque, según se cuenta, no logra decidirse m por el uno ni por el otro.
El cristianismo se enfrenta ya muy pronto con el escepticismo. El punto de partida es la cuestión de si existe un paso de la duda del pensamiento a la seguridad de la fe, o también si hay una coexistencia justificada de ambos. Evidentemente, el escepticismo queda excluido por principio. En Tertuliano se enfrentan irreconciliables "Atenas" y "Jerusalén". La fe cristiana excluye la duda y la búsqueda. Un diálogo entre fe y escepticismo no tiene sentido. También l Agustín (en Contra Academicos) opone la seguridad de la fe a la duda; pero intenta refutar filosóficamente el escepticismo.
La escolástica medieval no conoce corrientes escépticas. Los primeros indicios reaparecen sólo con Duns Scoto y Ockham. El "cogito, ergo sum" de Descartes quiere superar por principio todo escepticismo. El escepticismo de Hume sobre la ética racional y el principio de causalidad como fuente de conocimiento tiene un efecto contundente en la ulterior evolución del pensamiento filosófico. Para Hegel, el escepticismo es un momento de la verdad del todo. El escepticismo de Nietzsche desemboca en el nihilismo.
Al presente, el escepticismo es más bien un aspecto fundamental del filosofar moderno que una orientación determinada de la filosofía. Como tal, defiende la libertad del espíritu en la búsqueda sin reservas de la verdad contra todos los intentos de dogmatizar el pensamiento.
3. VALORACIÓN TEOLÓGICA. El escepticismo no ha sido nunca condenado expresamente por un documento eclesiástico. En realidad, podría aplicarse aquí cuanto se ha dicho sobre el /agnosticismo.
Con todo, un escepticismo limitado o metódico, en el sentido de un "interrogar radical", podría ser muy legítimo y mostrar la ambivalencia de muchos ámbitos, abordando críticamente lo que en apariencia es evidente e investigándolo. La justificación de semejante escepticismo radica en la contingencia del conocimiento humano.
La relación entre fe y duda (en el sentido de buscar e interrogar) es el problema teológico central. Pues, en última instancia, la fe no representa ninguna posesión indiscutible. La fe cristiana es perfectamente consciente de una coexistencia de fe y duda rica en tensiones (cf Mc 9,24). Pablo invita a los creyentes a examinar críticamente su fe (cf 2Cor 13,5). La seguridad de la fe se la puede ver en arriesgarse serenamente a preguntarlo todo.
El escepticismo es teológicamente significativo también cuando la actividad humana del conocimiento intenta deducir una pretensión absoluta de la relación de la fe cristiana a la revelación. La misma fe permanece por principio escéptica frente a las promesas salvíficas del conocimiento científico. También la teología como ciencia (/Teología, IV) está sometida a las limitaciones del conocimiento humano, y por eso un escepticismo limitado tiene también en ella un amplio campo de acción.
Wilhelm Weischedel (1905-1975) se ha ocupado a fondo de la relación del pensamiento escéptico con la cuestión de Dios. Entiende él por escepticismo un "interrogar radical", que constituye el rasgo característico de la filosofía moderna. A diferencia de Descartes, ve él en el proceso mismo de la búsqueda y el preguntar radicales el dato indubitable, la "seguridad primera". Para que el pensamiento escéptico pueda llegar a la cuestión de Dios debe, por su parte, sentirse afectado por una realidad que no puede ya cuestionarse como tal, "que más bien en ese radical cuestionarse se afirma y se acredita como realidad" (Weischedel, p. 20). Entonces la realidad cuestionable aparece ella misma en su problematicidad como misterio. Cuestionabilidad radical y misterio se condicionan recíprocamente. Weischedel aduce tres ejemplos: 1) que en la contingencia de todo ser existe realmente algo; 2) la experiencia de la muerte y de la caducidad; 3) el mundo como totalidad. La índole misteriosa de la realidad no se inventa ni se suscita, sino que es anterior a encontrarla; más aún, se impone directamente al pensamiento escéptico, que choca inevitablemente con ella. El interrogar radical no sería posible si no existiera primero el misterio que ha dado el impulso al interrogar. Por eso el misterio es supuesto y posibilidad del interrogar. Weischedel no pretende realmente identificar sin más con el Dios cristiano el misterio que se resiste a todo interrogar. Pero, según él, la fe cristiana se refiere últimamente a lo que filosóficamente se presenta como el misterio. Por tanto, fe y filosofía hablan en última instancia de lo mismo en lenguajes diversos: la fe, con el lenguaje de las imágenes; la filosofía, directamente.
B. Groth
http://www.mercaba.org/DicT/TF_escepticismo.htm