MANUSCRITO VOYNICH
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MANUSCRITO VOYNICH
Todo lo que he encontrado en Internet acerca de este manuscrito, es exactamente lo mismo. Me gustaría saber que opinan los escèpticos.
¿Lo han dismistificado ya? ¿Han encontrado alguna mentira?
¿Existe algun científico que afirme que todo fué una broma, que todo es un mito?
Saludos
¿Lo han dismistificado ya? ¿Han encontrado alguna mentira?
¿Existe algun científico que afirme que todo fué una broma, que todo es un mito?
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- Lalo Marquez
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Hola Lord, bienvenido a los foros Te voy a ser sincero y te comento que no recuerdo haber conocido anteriormente sobre dicho manuscrito. Hice una rápida búsqueda en Google para ver de lo que se trataba y encontré que son unos documentos creo que del siglo XV que parecen describir en un supuesto lenguaje desconocido situaciones, lugares, y cosas también desconocidas. Encontré unos archivos descargables con información pero no los he bajado todavía ya que uno mide 87,441 bytes y el otro 8,184 bytes. Te prometo que voy a tratar de hacer tiempo para descargarlos y ver de qué tratan. Me interesan también a mí los comentarios escépticos que pudieran incluir.
Un cordial saludo,
Lalo Márquez
Un cordial saludo,
Lalo Márquez
SUPERFLASH
LALO:
Mil gracias por tu respuesta. La verdad no esperaba tu amabilidad. He recibido tanta grosería en todos los foros que estoy verdaderamente en shock. Agradezco que te tomes la molestia de investigar lo del Manuscrito Voynich, ya que personalmente creo que un un fraude a más no poder. y con seguir reclutando incautos.
Caray, mil gracias!
Mil gracias por tu respuesta. La verdad no esperaba tu amabilidad. He recibido tanta grosería en todos los foros que estoy verdaderamente en shock. Agradezco que te tomes la molestia de investigar lo del Manuscrito Voynich, ya que personalmente creo que un un fraude a más no poder. y con seguir reclutando incautos.
Caray, mil gracias!
- Lalo Marquez
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Manuscrito Voynich
Gracias Superflash!
Quiero preguntarte también ¿tu sabes algo acerca de las "marcas" de supuestos leptones que aparecen en los ojos del rostro del "Lienzo de Turín"?. Es otra de las cosas que me parecen una burda mentira, pero no tengo bases para discutirlo con los creyentes ¿Tu que opinas? y también ¿Qué opinas de la versión de Robert Lomas, de que se trata del rostro de Jacques de Molay, el último Templario?
Gracias por permitirme la confianza de hacer preguntas
Saludos
L.M.
Quiero preguntarte también ¿tu sabes algo acerca de las "marcas" de supuestos leptones que aparecen en los ojos del rostro del "Lienzo de Turín"?. Es otra de las cosas que me parecen una burda mentira, pero no tengo bases para discutirlo con los creyentes ¿Tu que opinas? y también ¿Qué opinas de la versión de Robert Lomas, de que se trata del rostro de Jacques de Molay, el último Templario?
Gracias por permitirme la confianza de hacer preguntas
Saludos
L.M.
- Roberto
- Moderador
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- Ubicación: México
Hola Lord Morgan:
Te anexo lo que yo he encontrado al respecto, supongo que eso ya lo tienes, y requieres de algo más, espero que Super proporcione la información que mencione y todos estemos mejor informados.
Por ultimo te diré lo que yo pienso al respecto: Aquí la clave esta en el primer comprador; el Emperador Rodolfo II, este curioso y poco conocido personaje histórico, fue, considerado yo, uno de los mayores coleccionistas de todo tipo de obras de arte, curiosidades y por supuesto de este tipo de fraudes, tanto como manuscritos exotéricos hasta elixires de vida eterna, era conocido como el “Emperador de los Alquimistas”, sería poco lógico no concluir que este manuscrito es falso, tanto como las decenas de artefactos que se encontraba en su inmensa colección la cual requirió, para sacarla de su castillo de Praga, más de 1550 carretas cargadas hasta el tope, varios saqueos y muchísimos años.
Sí el principal argumento de la autenticidad del manuscrito; es que es demasiado elaborado para ser un fraude, creo que los 600 ducados y la posibilidad de ser descuartizado o ser devorado por la mascota del emperador, un león, si se descubría el fraude, castigo que en varias ocasiones aplico Rodolfo a los estafadores, es un aliciente más que suficiente para hacerlo tan elaborado.
Saludos cordiales,
Roberto.
EL CUENTO DEL MANUSCRITO VOYNICH LLEGA AL FINAL
Pedro Alberto Gallardo
Un informático inglés propone una explicación para el enigmático libro, mientras la Revista "Año Cero" atribuye su autoría a Ramón Llull.
El manuscrito Voynich ha alcanzado celebridad mundial debido a que sus textos, trazados con bella e intrigante caligrafía, no han sido descifrados hasta la fecha. El libro, cuyas 234 páginas contienen grabados de plantas fantásticas, símbolos zodiacales y mujeres desnudas, fue propiedad del emperador Rodofo II en la Bohemia del siglo XVI, a quien se lo vendieron por 600 ducados de oro creyendo que era obra del filósofo medieval inglés Roger Bacon.
Fue en 1912 cuando Wilfrid Voynich, un anticuario norteamericano, adquirió el manuscrito en Italia e hizo circular copias de éste con la esperanza de encontrar un traductor. Un siglo después, continúa desafiando a los decodificadores. Ahora se encuentra en la Universidad de Yale.
Durante mucho tiempo se ha sostenido la posibilidad de que el texto esté codificado. Pero los criptógrafos, que han vencido a otros textos cifrados de esa misma época, no han conseguido "craquearlo" por más que se han esforzado durante los últimos 30 años,
Lógicamente cada vez cobra más fuerza la hipótesis de que el texto sea una broma, y que el libro sea un fraude en su totalidad. El principal argumento en contra del fraude es que, dada la compleja estructura de las palabras que aparecen en el libro, mantenerla con regularidad sería un fraude tan laborioso que sobrepasaría a cualquier impostor.
Sin embargo Gordon Rugg, ingeniero informático de la Universidad de Keele, Reino Unido, cree estar muy cerca de dar una explicación sobre cómo fue creado el texto. Según informa el semanario británico “The Economist” (13 de febrero de 2004) Rugg ha conseguido generar texto con igual apariencia al que contiene el libro, utilizando no precisamente tecnología digital avanzada del siglo XXI, sino métodos rudimentarios del siglo XVI.
Rugg intuyó que si el manuscrito Voynich es una estafa, entonces un posible sospechoso es Edward Kelley, un oscuro artista de la época isabelina. El ingeniero practicó una de las técnicas conocidas de Kelley, usando una cuadrícula de 40 filas y 39 columnas cuyas líneas le sirvieron de guías para dibujar las sílabas de Voynich. A continuación superpuso un cartón con cuatro ventanas cuadradas en diagonal sobre la cuadrícula, y comenzó a formar las palabras que resultaban de unir las sílabas que quedaban visibles a medida que él iba moviendo la plantilla agujereada. El resultado, que para algunos puede ser desolador, fueron palabras con los mismos patrones internos que las del libro. Rugg y su equipo trabajan ahora en un programa de ordenador que detecte todos los patrones existentes en el manuscrito y los reproduzca. Si su hallazgo se confirma, significará que inventar algo que parezca un lenguaje con regularidad en los patrones no es tan difícil, y esto ya no será un argumento válido para negar el fraude.
Tanto si el manuscrito resulta ser un fraude, como si al final es descifrado, en cualquier caso parece que tiene sus días contados como objeto de exposición en la vitrina de lo supuestamente paranormal. Quizá conscientes de que el tiempo se acaba, o quizá ignorantes de todo, los muchachos de la revista Año Cero se han lanzado a obtener una última cosecha del affaire Voynich en un reportaje de su edición de febrero de 2004.
La tesis central del reportaje es atribuir el manuscrito a Ramón Llull, que fue filósofo, novelista, alquimista, clérigo, mujeriego, viajero, comerciante e incluso predicador del cristianismo en el norte de África allá por el siglo XIV, tarea en la que al parecer perdió la vida. La autoría del mallorquín es unas veces propuesta como posibilidad, otras zanjada como prácticamente un hecho incontestable,. Como Leonardo o Newton, el mallorquín es uno de esos personajes especiales de la historia a los que, dado lo pintoresco y variado de su vida, es fácil recurrir para colocarles cualquier papel o rellenar cualquier hueco y que así cualquier teoría, incluso la más infundada, encaje.
Ahí van algunas perlas sobre el manuscrito de Voynich que se dejan caer en la revista mencionada, con la firma de Josep Guijarro:
-Se presenta una reseña de un libro en el que se afirma que el manuscrito contiene las claves de logros tecnológicos como la píldora anticonceptiva o el avión supersónico Concorde.
-Considerando que el prólogo del manuscrito, supuestamente obra de Bacon, alude a un original guardado “bajo las montañas que corren sobre la costa oeste de un lejano lugar, situado en el extremo sur del planeta” y, dado que algunas de las extrañas plantas dibujadas en las páginas parecen girasoles, y que éstos no fueron introducidos en Europa hasta después del descubrimiento de América, ¿a qué esperamos para deducir que en el siglo XIII los alquimistas ya conocían la existencia del Nuevo Mundo? Guijarro no deja pasar la oportunidad de sugerir tan “lógica” conclusión.
-Se cuenta la rocambolesca historia de un alemán que a principios del siglo XX aseguró haber recibido la clave para descifrarlo en un "código secreto que utilizaban los habitantes protohistóricos del extremos sur del planeta". Roidingercht -que ese era su nombre- contó que "el libro habla de una civilización desaparecida, cuyos integrantes eran seres de no más de un metro de altura y que dominaban la gravedad, que poseían máquinas para horadar la roca y construir grandes ciudades subterráneas que se intercomunicaban bajo tierra con el resto del planeta". Roidingercht "despareció misteriosamente".
-No falta, como es natural, la mención de rigor al supuesto interés de los servicios de inteligencia norteamericanos por el asunto. En todo misterio que se precie no debe faltar el ejército, el gobierno, la CIA o todos juntos.
Como se ve, no ha sido difícil tejer el popurrí y hacer del tema Voynich no un misterio, sino la madre de todos los misterios. Lamentablemente, por culpa de un maldito informático inglés, todos los libros o reportajes de tipo esotérico o paranormal dedicados a este célebre manuscrito pueden adquirir muy pronto el título de póstumos.
Antes o después el contenido del manuscrito será conocido por todos. Si no es un fraude, probablemente resultará ser un tratado común de interés modesto, y no la clave de la sabiduría universal ni un lenguaje trascendente para hablar con los ángeles. El mito de Voynich está condenado a sufrir el mismo destino que aquella civilización marciana constructora de pirámides, caras y canales, que se evaporó en los mustios desiertos rojizos en cuanto el hombre racional le puso la mano encima.
NOTA. Pedro Alberto Gallardo es licenciado en Ciencias de la Información y periodista. Actualmente trabaja como consultor en tecnologías de la información.
Te anexo lo que yo he encontrado al respecto, supongo que eso ya lo tienes, y requieres de algo más, espero que Super proporcione la información que mencione y todos estemos mejor informados.
Por ultimo te diré lo que yo pienso al respecto: Aquí la clave esta en el primer comprador; el Emperador Rodolfo II, este curioso y poco conocido personaje histórico, fue, considerado yo, uno de los mayores coleccionistas de todo tipo de obras de arte, curiosidades y por supuesto de este tipo de fraudes, tanto como manuscritos exotéricos hasta elixires de vida eterna, era conocido como el “Emperador de los Alquimistas”, sería poco lógico no concluir que este manuscrito es falso, tanto como las decenas de artefactos que se encontraba en su inmensa colección la cual requirió, para sacarla de su castillo de Praga, más de 1550 carretas cargadas hasta el tope, varios saqueos y muchísimos años.
Sí el principal argumento de la autenticidad del manuscrito; es que es demasiado elaborado para ser un fraude, creo que los 600 ducados y la posibilidad de ser descuartizado o ser devorado por la mascota del emperador, un león, si se descubría el fraude, castigo que en varias ocasiones aplico Rodolfo a los estafadores, es un aliciente más que suficiente para hacerlo tan elaborado.
Saludos cordiales,
Roberto.
EL CUENTO DEL MANUSCRITO VOYNICH LLEGA AL FINAL
Pedro Alberto Gallardo
Un informático inglés propone una explicación para el enigmático libro, mientras la Revista "Año Cero" atribuye su autoría a Ramón Llull.
El manuscrito Voynich ha alcanzado celebridad mundial debido a que sus textos, trazados con bella e intrigante caligrafía, no han sido descifrados hasta la fecha. El libro, cuyas 234 páginas contienen grabados de plantas fantásticas, símbolos zodiacales y mujeres desnudas, fue propiedad del emperador Rodofo II en la Bohemia del siglo XVI, a quien se lo vendieron por 600 ducados de oro creyendo que era obra del filósofo medieval inglés Roger Bacon.
Fue en 1912 cuando Wilfrid Voynich, un anticuario norteamericano, adquirió el manuscrito en Italia e hizo circular copias de éste con la esperanza de encontrar un traductor. Un siglo después, continúa desafiando a los decodificadores. Ahora se encuentra en la Universidad de Yale.
Durante mucho tiempo se ha sostenido la posibilidad de que el texto esté codificado. Pero los criptógrafos, que han vencido a otros textos cifrados de esa misma época, no han conseguido "craquearlo" por más que se han esforzado durante los últimos 30 años,
Lógicamente cada vez cobra más fuerza la hipótesis de que el texto sea una broma, y que el libro sea un fraude en su totalidad. El principal argumento en contra del fraude es que, dada la compleja estructura de las palabras que aparecen en el libro, mantenerla con regularidad sería un fraude tan laborioso que sobrepasaría a cualquier impostor.
Sin embargo Gordon Rugg, ingeniero informático de la Universidad de Keele, Reino Unido, cree estar muy cerca de dar una explicación sobre cómo fue creado el texto. Según informa el semanario británico “The Economist” (13 de febrero de 2004) Rugg ha conseguido generar texto con igual apariencia al que contiene el libro, utilizando no precisamente tecnología digital avanzada del siglo XXI, sino métodos rudimentarios del siglo XVI.
Rugg intuyó que si el manuscrito Voynich es una estafa, entonces un posible sospechoso es Edward Kelley, un oscuro artista de la época isabelina. El ingeniero practicó una de las técnicas conocidas de Kelley, usando una cuadrícula de 40 filas y 39 columnas cuyas líneas le sirvieron de guías para dibujar las sílabas de Voynich. A continuación superpuso un cartón con cuatro ventanas cuadradas en diagonal sobre la cuadrícula, y comenzó a formar las palabras que resultaban de unir las sílabas que quedaban visibles a medida que él iba moviendo la plantilla agujereada. El resultado, que para algunos puede ser desolador, fueron palabras con los mismos patrones internos que las del libro. Rugg y su equipo trabajan ahora en un programa de ordenador que detecte todos los patrones existentes en el manuscrito y los reproduzca. Si su hallazgo se confirma, significará que inventar algo que parezca un lenguaje con regularidad en los patrones no es tan difícil, y esto ya no será un argumento válido para negar el fraude.
Tanto si el manuscrito resulta ser un fraude, como si al final es descifrado, en cualquier caso parece que tiene sus días contados como objeto de exposición en la vitrina de lo supuestamente paranormal. Quizá conscientes de que el tiempo se acaba, o quizá ignorantes de todo, los muchachos de la revista Año Cero se han lanzado a obtener una última cosecha del affaire Voynich en un reportaje de su edición de febrero de 2004.
La tesis central del reportaje es atribuir el manuscrito a Ramón Llull, que fue filósofo, novelista, alquimista, clérigo, mujeriego, viajero, comerciante e incluso predicador del cristianismo en el norte de África allá por el siglo XIV, tarea en la que al parecer perdió la vida. La autoría del mallorquín es unas veces propuesta como posibilidad, otras zanjada como prácticamente un hecho incontestable,. Como Leonardo o Newton, el mallorquín es uno de esos personajes especiales de la historia a los que, dado lo pintoresco y variado de su vida, es fácil recurrir para colocarles cualquier papel o rellenar cualquier hueco y que así cualquier teoría, incluso la más infundada, encaje.
Ahí van algunas perlas sobre el manuscrito de Voynich que se dejan caer en la revista mencionada, con la firma de Josep Guijarro:
-Se presenta una reseña de un libro en el que se afirma que el manuscrito contiene las claves de logros tecnológicos como la píldora anticonceptiva o el avión supersónico Concorde.
-Considerando que el prólogo del manuscrito, supuestamente obra de Bacon, alude a un original guardado “bajo las montañas que corren sobre la costa oeste de un lejano lugar, situado en el extremo sur del planeta” y, dado que algunas de las extrañas plantas dibujadas en las páginas parecen girasoles, y que éstos no fueron introducidos en Europa hasta después del descubrimiento de América, ¿a qué esperamos para deducir que en el siglo XIII los alquimistas ya conocían la existencia del Nuevo Mundo? Guijarro no deja pasar la oportunidad de sugerir tan “lógica” conclusión.
-Se cuenta la rocambolesca historia de un alemán que a principios del siglo XX aseguró haber recibido la clave para descifrarlo en un "código secreto que utilizaban los habitantes protohistóricos del extremos sur del planeta". Roidingercht -que ese era su nombre- contó que "el libro habla de una civilización desaparecida, cuyos integrantes eran seres de no más de un metro de altura y que dominaban la gravedad, que poseían máquinas para horadar la roca y construir grandes ciudades subterráneas que se intercomunicaban bajo tierra con el resto del planeta". Roidingercht "despareció misteriosamente".
-No falta, como es natural, la mención de rigor al supuesto interés de los servicios de inteligencia norteamericanos por el asunto. En todo misterio que se precie no debe faltar el ejército, el gobierno, la CIA o todos juntos.
Como se ve, no ha sido difícil tejer el popurrí y hacer del tema Voynich no un misterio, sino la madre de todos los misterios. Lamentablemente, por culpa de un maldito informático inglés, todos los libros o reportajes de tipo esotérico o paranormal dedicados a este célebre manuscrito pueden adquirir muy pronto el título de póstumos.
Antes o después el contenido del manuscrito será conocido por todos. Si no es un fraude, probablemente resultará ser un tratado común de interés modesto, y no la clave de la sabiduría universal ni un lenguaje trascendente para hablar con los ángeles. El mito de Voynich está condenado a sufrir el mismo destino que aquella civilización marciana constructora de pirámides, caras y canales, que se evaporó en los mustios desiertos rojizos en cuanto el hombre racional le puso la mano encima.
NOTA. Pedro Alberto Gallardo es licenciado en Ciencias de la Información y periodista. Actualmente trabaja como consultor en tecnologías de la información.
"Todo aquel que crea en la telequinesis, que por favor levante mi mano.– James Randi."
ROBERTO:
Caray que decir de tu gentileza. Efectivamente ya había leído lo del cuento de Voynich, pero de todos modos lo acabo de copiar todo, porque aunado a tu comentario, tiene muchísimo más sentido, sobre todo porque me encanta andar descubriendo fraudes. y tu comentario lo hace más enriquecedor.
Tal vez conozcas varias direcciones que circulan en la web, solo buscáncolas como "descubridores de fraudes".
Gracias por tu respuesta tan objetiva. Y aquí les veo muy pronto, para intercambiar puntos de vista.
Saludos para ti y para Lalo
L.M.
Caray que decir de tu gentileza. Efectivamente ya había leído lo del cuento de Voynich, pero de todos modos lo acabo de copiar todo, porque aunado a tu comentario, tiene muchísimo más sentido, sobre todo porque me encanta andar descubriendo fraudes. y tu comentario lo hace más enriquecedor.
Tal vez conozcas varias direcciones que circulan en la web, solo buscáncolas como "descubridores de fraudes".
Gracias por tu respuesta tan objetiva. Y aquí les veo muy pronto, para intercambiar puntos de vista.
Saludos para ti y para Lalo
L.M.
- Moravec
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Lord Morgan: Bienvenido a este foro, yo no tenía idea de lo que preguntabas, sin embargo resultó ser algo sumamente interesante.
Roberto: Espléndida tu investigación, que prácticamente no deja lugar a dudas sobre que el asunto en cuestión es un fraude bien elaborado, pero fraude al fin. Saludos
Superflash: Mi buen amigo gracias por tu tiempo inmenso invertido en mantener esta página, que nos sirve de refugio para venir a cargar baterías y buscar información que nos sirve cuando andamos en otros foros de corte irracional.
Moravec
Roberto: Espléndida tu investigación, que prácticamente no deja lugar a dudas sobre que el asunto en cuestión es un fraude bien elaborado, pero fraude al fin. Saludos
Superflash: Mi buen amigo gracias por tu tiempo inmenso invertido en mantener esta página, que nos sirve de refugio para venir a cargar baterías y buscar información que nos sirve cuando andamos en otros foros de corte irracional.
Moravec
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Amicus Plato, sed magis amica veritas.
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- Lalo Marquez
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un poquito mas de información al respecto
Ahí va un artículo de un diario de Managua llamado “El Nuevo Diario” con fecha del 29 de septiembre del 2004. Ahí les dejo un enlace para que lean lo que dice y destaco algunas partes del mismo. Mis respetuosos saludos y los felicito por su participación.
Un libro de otra galaxia
El manuscrito Voynich, considerado "un libro de otra galaxia", porque está escrito en un lenguaje desconocido y está ilustrado con imágenes de plantas y escenas extrañas ajenas a la Tierra, ha comenzado a ser descifrado mediante técnicas medievales
El misterio de la enciclopedia extraterrestre
Omar Segura/ EFE-REPORTAJES -Para algunos investigadores de lo oculto, como el escritor francés Jacques Bergier, se trata de uno de los grandes textos prohibidos que han sido escamoteados de la lectura pública por una cofradía tan antigua como la civilización, la cual impide la difusión demasiado rápida o extensa de los conocimientos que pueden ser demasiado peligrosos para ser revelados.
Para otros especialistas, es un libro que contiene conocimientos provenientes de otros mundos, ya que tanto la caligrafía con que está escrito como los dibujos sobre vegetales, animales, mapas estelares y la reproducción humana, todos en situaciones extrañas, son ajenas a lo que se conoce en nuestro planeta, incluso en tiempos pretéritos, cuando la Naturaleza era distinta.
Según la hipótesis reciente de la investigadora Edith Sherwood, podría haber sido escrito hacia el año 1460 por Leonardo Da Vinci, cuando el genial sabio y artista tenía apenas ocho años de edad, lo que explicaría los errores, inexactitudes y estilo de los dibujos, aceptables para un niño, pero impensables para un adulto.
Para los escépticos este libro de 235 páginas, que ha alcanzado celebridad mundial, debido a sus grabados de plantas fantásticas, símbolos zodiacales y mujeres desnudas, así como los símbolos trazados con bella e intrigante caligrafía no han sido descifrados hasta ahora, es simple y llanamente un fraude o una broma.
Ahora, el misterio del Manuscrito Voynich puede estar a punto de resolverse, en el Reino Unido, gracias al trabajo de un investigador británico que ha descubierto un medio de reproducir esas claves para descifrarlo a partir de técnicas del siglo XVI.
Cinco siglos de enigmas
Desde que fue descubierto hace más de quinientos años, cientos de especialistas han tratado de descifrar su significado sin éxito. Algunos expertos afirmaron que era simplemente una broma, pues no parecía probable que contuviera claves lingüísticas tan complicadas que nadie fuera capaz de descifrarlas.
El doctor Gordon Rugg, profesor de Informática en la Universidad de Keele, Inglaterra, en colaboración con la doctora Joanne Hyde, han desarrollado un método para repasar problemas difíciles que han quedado sin resolver, y que pretenden utilizar la técnica para solucionar problemas de medicina o de tecnología.
Para probar el método, Rugg comenzó a aplicarlo al manuscrito Voynich en su tiempo libre, pero la labor de descifrado se fue tornando cada vez más apasionante y absorbiendo más horas y dedicación, por parte de ambos investigadores.
Gordon Rugg cree estar muy cerca de explicar cómo fue creado el libro, gracias a que ha conseguido generar texto con igual apariencia al que contiene el libro, sin recurrir a la alta tecnología digital a la que está habituado como ingeniero informático, sino utilizando métodos rudimentarios del siglo XVI.
El ingeniero practicó una de las técnicas conocidas de Edward Kelley, un famoso aventurero y oscuro artista de la época isabelina, que según Rugg, puede ser el autor de manuscrito.
Para ello utilizó una cuadrícula de 40 filas y 39 columnas cuyas líneas le sirvieron de guías para dibujar las sílabas de Voynich. A continuación superpuso un cartón con cuatro ventanas cuadradas en diagonal sobre la cuadrícula, y comenzó a formar las palabras que resultaban de unir las sílabas que quedaban visibles a medida que él iba moviendo la plantilla agujereada.
¿Y si se trata de una broma?
El resultado ha sido una serie de palabras con los mismos patrones internos que las del libro. Rugg y su equipo trabajan ahora en un programa de ordenador que detecte todos los patrones existentes en el manuscrito y los reproduzca. Si su hallazgo se confirma, significará que inventar algo que parezca un lenguaje con regularidad en los patrones no es tan difícil, y esto ya no será un argumento válido para negar el fraude.
Los primeros resultados, publicados en un artículo sobre el manuscrito en la revista británica Cryptologia, parecen indicar que el texto medieval puede ser una broma debida a Edward Kelley, aunque eso no se puede demostrar científicamente.
Los autores del artículo dicen que la solución definitiva del misterio depende ahora del trabajo de otros investigadores, aunque su método ha servido de punto de partida. "Lo más importante es que estos resultados van a tener consecuencias para nuestra búsqueda de soluciones a otros problemas considerados como irresolubles", afirma Rugg.
El misterio del Manuscrito Voynich no ha terminado, porque todavía quedan muchas preguntas sin responder. Mientras, una discípula de Rugg sigue intentando descifrarlo, por lo que en los próximos años puede haber sorpresas y nuevos resultados.
El manuscrito de 235 páginas, que en 1912 había sido adquirido por Wilfrid M. Voynich a un colegio de Villa Mondragone, cerca de Roma, está guardado ahora en la Librería Beinecke, perteneciente a la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
Este libro fue escrito por un autor desconocido, aunque algunos lo atribuyen al pensador científico del siglo XIII Roger Bacon. Constituye un enigma, ya que está escrito en un lenguaje desconocido, con unos caracteres desconocidos. Ni siquiera se sabe a ciencia cierta cuál es el tema que trata.
El emperador Rodolfo II de Bohemia (1552-1612) lo compró por una cifra desorbitada para la época, 600 ducados, y después pasó por varias manos hasta llegar en 1666 al jesuita Atanasio Kircher. Desde ese momento hasta 1912, cuando lo adquirió Voynich, se ignora qué ocurrió al libro. En 1969 lo donó un experto a Yale.
Un manual de otros mundos
Sus ilustraciones parecen indicar que es un tratado de alquimia cuyo contenido se quiso mantener en secreto. Posee diferentes secciones, que parecen abordar temas de botánica (la mayoría de los dibujos representan plantas no identificadas), astronomía (aparecen casi todos los símbolos zodiacales), biología (incluye algunas imágenes sobre anatomía), cosmología y farmacia. Al final se incluye lo que parece ser un recetario.
Además, el libro posee numeración de páginas, apuntes en alemán y en un alfabeto desconocido, y una anotación en la última página en caracteres tradicionales que puede ser una clave para descifrarlo. Pero se ignora si el texto está cifrado o no.
A partir de las vestimentas de los personajes dibujados, se ha afirmado que el manuscrito fue escrito en Europa en el siglo XIII, pero una de las ilustraciones se parece a un girasol, lo que sugiere que en parte fue escrito después del descubrimiento de América.
Aunque tampoco se descarta que el libro sea un simple engaño para estafar a alguno de sus poseedores, ya que hay constancia que en ocasiones se han pagado grandes sumas de dinero por él.
Se han efectuado multitud de estudios sobre el Manuscrito y algunas personas aseguran que lo tradujeron, pero ninguna de las traducciones ha sido reconocida por la comunidad científica.
El lingüista estadounidense W. Newbold afirmó que lo había descifrado, pero después lo desmintió. Para Jacques Bergier, este experto prefirió callar, ante las amenazas recibidas y la magnitud de los conocimientos que se compendian en el libro.
Algunos secretos demasiado peligrosos
Según algunos estudiosos, el manuscrito Voynich contiene secretos tan peligrosos como la naturaleza de las novas o explosión final de las estrellas, o los mecanismos de los cuásares: los objetos cósmicos más energéticos que se conocen. Además contendría información sobre fuentes de energía mucho mayores que la bomba de hidrógeno y tan sencillas de manejar que era capaz de comprenderlas un hombre del siglo XIII.
Lo que sí se sabe, después de analizar estadísticamente su contenido, es que en el libro existen dos grandes bloques con tipos de escritura claramente diferenciados. Ello podría deberse a que es obra de diferentes autores, de un mismo autor pero con diferente estilo, o bien que simplemente aborda temas diferentes.
El texto cumple con las propiedades estadísticas principales de los lenguajes naturales, pero presenta alguna peculiaridad, que puede deberse a posibles abreviaturas. Apenas tiene correcciones.
Una de las principales iniciativas para descifrar o interpretar el libro, es el proyecto EVMT (European Voynich Manuscript Transcription), que pretende recoger y aglutinar todo el conocimiento que se posee sobre del libro y elaborar una trascripción completa en formato electrónico.
Un libro de otra galaxia
El manuscrito Voynich, considerado "un libro de otra galaxia", porque está escrito en un lenguaje desconocido y está ilustrado con imágenes de plantas y escenas extrañas ajenas a la Tierra, ha comenzado a ser descifrado mediante técnicas medievales
El misterio de la enciclopedia extraterrestre
Omar Segura/ EFE-REPORTAJES -Para algunos investigadores de lo oculto, como el escritor francés Jacques Bergier, se trata de uno de los grandes textos prohibidos que han sido escamoteados de la lectura pública por una cofradía tan antigua como la civilización, la cual impide la difusión demasiado rápida o extensa de los conocimientos que pueden ser demasiado peligrosos para ser revelados.
Para otros especialistas, es un libro que contiene conocimientos provenientes de otros mundos, ya que tanto la caligrafía con que está escrito como los dibujos sobre vegetales, animales, mapas estelares y la reproducción humana, todos en situaciones extrañas, son ajenas a lo que se conoce en nuestro planeta, incluso en tiempos pretéritos, cuando la Naturaleza era distinta.
Según la hipótesis reciente de la investigadora Edith Sherwood, podría haber sido escrito hacia el año 1460 por Leonardo Da Vinci, cuando el genial sabio y artista tenía apenas ocho años de edad, lo que explicaría los errores, inexactitudes y estilo de los dibujos, aceptables para un niño, pero impensables para un adulto.
Para los escépticos este libro de 235 páginas, que ha alcanzado celebridad mundial, debido a sus grabados de plantas fantásticas, símbolos zodiacales y mujeres desnudas, así como los símbolos trazados con bella e intrigante caligrafía no han sido descifrados hasta ahora, es simple y llanamente un fraude o una broma.
Ahora, el misterio del Manuscrito Voynich puede estar a punto de resolverse, en el Reino Unido, gracias al trabajo de un investigador británico que ha descubierto un medio de reproducir esas claves para descifrarlo a partir de técnicas del siglo XVI.
Cinco siglos de enigmas
Desde que fue descubierto hace más de quinientos años, cientos de especialistas han tratado de descifrar su significado sin éxito. Algunos expertos afirmaron que era simplemente una broma, pues no parecía probable que contuviera claves lingüísticas tan complicadas que nadie fuera capaz de descifrarlas.
El doctor Gordon Rugg, profesor de Informática en la Universidad de Keele, Inglaterra, en colaboración con la doctora Joanne Hyde, han desarrollado un método para repasar problemas difíciles que han quedado sin resolver, y que pretenden utilizar la técnica para solucionar problemas de medicina o de tecnología.
Para probar el método, Rugg comenzó a aplicarlo al manuscrito Voynich en su tiempo libre, pero la labor de descifrado se fue tornando cada vez más apasionante y absorbiendo más horas y dedicación, por parte de ambos investigadores.
Gordon Rugg cree estar muy cerca de explicar cómo fue creado el libro, gracias a que ha conseguido generar texto con igual apariencia al que contiene el libro, sin recurrir a la alta tecnología digital a la que está habituado como ingeniero informático, sino utilizando métodos rudimentarios del siglo XVI.
El ingeniero practicó una de las técnicas conocidas de Edward Kelley, un famoso aventurero y oscuro artista de la época isabelina, que según Rugg, puede ser el autor de manuscrito.
Para ello utilizó una cuadrícula de 40 filas y 39 columnas cuyas líneas le sirvieron de guías para dibujar las sílabas de Voynich. A continuación superpuso un cartón con cuatro ventanas cuadradas en diagonal sobre la cuadrícula, y comenzó a formar las palabras que resultaban de unir las sílabas que quedaban visibles a medida que él iba moviendo la plantilla agujereada.
¿Y si se trata de una broma?
El resultado ha sido una serie de palabras con los mismos patrones internos que las del libro. Rugg y su equipo trabajan ahora en un programa de ordenador que detecte todos los patrones existentes en el manuscrito y los reproduzca. Si su hallazgo se confirma, significará que inventar algo que parezca un lenguaje con regularidad en los patrones no es tan difícil, y esto ya no será un argumento válido para negar el fraude.
Los primeros resultados, publicados en un artículo sobre el manuscrito en la revista británica Cryptologia, parecen indicar que el texto medieval puede ser una broma debida a Edward Kelley, aunque eso no se puede demostrar científicamente.
Los autores del artículo dicen que la solución definitiva del misterio depende ahora del trabajo de otros investigadores, aunque su método ha servido de punto de partida. "Lo más importante es que estos resultados van a tener consecuencias para nuestra búsqueda de soluciones a otros problemas considerados como irresolubles", afirma Rugg.
El misterio del Manuscrito Voynich no ha terminado, porque todavía quedan muchas preguntas sin responder. Mientras, una discípula de Rugg sigue intentando descifrarlo, por lo que en los próximos años puede haber sorpresas y nuevos resultados.
El manuscrito de 235 páginas, que en 1912 había sido adquirido por Wilfrid M. Voynich a un colegio de Villa Mondragone, cerca de Roma, está guardado ahora en la Librería Beinecke, perteneciente a la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
Este libro fue escrito por un autor desconocido, aunque algunos lo atribuyen al pensador científico del siglo XIII Roger Bacon. Constituye un enigma, ya que está escrito en un lenguaje desconocido, con unos caracteres desconocidos. Ni siquiera se sabe a ciencia cierta cuál es el tema que trata.
El emperador Rodolfo II de Bohemia (1552-1612) lo compró por una cifra desorbitada para la época, 600 ducados, y después pasó por varias manos hasta llegar en 1666 al jesuita Atanasio Kircher. Desde ese momento hasta 1912, cuando lo adquirió Voynich, se ignora qué ocurrió al libro. En 1969 lo donó un experto a Yale.
Un manual de otros mundos
Sus ilustraciones parecen indicar que es un tratado de alquimia cuyo contenido se quiso mantener en secreto. Posee diferentes secciones, que parecen abordar temas de botánica (la mayoría de los dibujos representan plantas no identificadas), astronomía (aparecen casi todos los símbolos zodiacales), biología (incluye algunas imágenes sobre anatomía), cosmología y farmacia. Al final se incluye lo que parece ser un recetario.
Además, el libro posee numeración de páginas, apuntes en alemán y en un alfabeto desconocido, y una anotación en la última página en caracteres tradicionales que puede ser una clave para descifrarlo. Pero se ignora si el texto está cifrado o no.
A partir de las vestimentas de los personajes dibujados, se ha afirmado que el manuscrito fue escrito en Europa en el siglo XIII, pero una de las ilustraciones se parece a un girasol, lo que sugiere que en parte fue escrito después del descubrimiento de América.
Aunque tampoco se descarta que el libro sea un simple engaño para estafar a alguno de sus poseedores, ya que hay constancia que en ocasiones se han pagado grandes sumas de dinero por él.
Se han efectuado multitud de estudios sobre el Manuscrito y algunas personas aseguran que lo tradujeron, pero ninguna de las traducciones ha sido reconocida por la comunidad científica.
El lingüista estadounidense W. Newbold afirmó que lo había descifrado, pero después lo desmintió. Para Jacques Bergier, este experto prefirió callar, ante las amenazas recibidas y la magnitud de los conocimientos que se compendian en el libro.
Algunos secretos demasiado peligrosos
Según algunos estudiosos, el manuscrito Voynich contiene secretos tan peligrosos como la naturaleza de las novas o explosión final de las estrellas, o los mecanismos de los cuásares: los objetos cósmicos más energéticos que se conocen. Además contendría información sobre fuentes de energía mucho mayores que la bomba de hidrógeno y tan sencillas de manejar que era capaz de comprenderlas un hombre del siglo XIII.
Lo que sí se sabe, después de analizar estadísticamente su contenido, es que en el libro existen dos grandes bloques con tipos de escritura claramente diferenciados. Ello podría deberse a que es obra de diferentes autores, de un mismo autor pero con diferente estilo, o bien que simplemente aborda temas diferentes.
El texto cumple con las propiedades estadísticas principales de los lenguajes naturales, pero presenta alguna peculiaridad, que puede deberse a posibles abreviaturas. Apenas tiene correcciones.
Una de las principales iniciativas para descifrar o interpretar el libro, es el proyecto EVMT (European Voynich Manuscript Transcription), que pretende recoger y aglutinar todo el conocimiento que se posee sobre del libro y elaborar una trascripción completa en formato electrónico.
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Bueno , no creo que sea una broma sino mas bien el autor pensaba que sus estudios deberian permanecer secretos y ya viendo el dibujo de la flor que parece ser un tipo de pasiflora (pasion flower) no dudaria que podria haber obtenido algun tipo de alucinogeno o quiza un anestesico.
A uno de los que les daba por esos gustos (huyuyuyy pa rribaaa!) era Bacon. Podria ser?
A uno de los que les daba por esos gustos (huyuyuyy pa rribaaa!) era Bacon. Podria ser?
superflash escribió:Hola Lord, bienvenido a los foros Te voy a ser sincero y te comento que no recuerdo haber conocido anteriormente sobre dicho manuscrito. Hice una rápida búsqueda en Google para ver de lo que se trataba y encontré que son unos documentos creo que del siglo XV que parecen describir en un supuesto lenguaje desconocido situaciones, lugares, y cosas también desconocidas. Encontré unos archivos descargables con información pero no los he bajado todavía ya que uno mide 87,441 bytes y el otro 8,184 bytes. Te prometo que voy a tratar de hacer tiempo para descargarlos y ver de qué tratan. Me interesan también a mí los comentarios escépticos que pudieran incluir.
Un cordial saludo,
Lalo Márquez