Sipi, creo que en Sobrenatural podríamos vender plantas extraterrestres hasta obtener el dinero para hacer un premio del millón de dólares aquí en México
Les comparto dos cosas
Moderador: tequileitor
Re: Les comparto dos cosas
Oye Lalo, acuérdate que en la última película de Star Tek Vulcano desapareció, así que si existían dichas plantas hay que preguntarle a Spock
Sipi, creo que en Sobrenatural podríamos vender plantas extraterrestres hasta obtener el dinero para hacer un premio del millón de dólares aquí en México
Sipi, creo que en Sobrenatural podríamos vender plantas extraterrestres hasta obtener el dinero para hacer un premio del millón de dólares aquí en México
[El Cristianismo es] la creencia de que un zombie cósmico judío que era su propio padre puede hacerte vivir para siempre si comes simbólicamente su cuerpo y le dices telepáticamente que lo aceptas como tu amo, para que él pueda remover una fuerza maligna
Re: Les comparto dos cosas
Hola amigos:
El pasado fin de semana fue sensacional.
Primero que nada, para el reporte escéptico, llegó un niño cuya maestra le había dejado de tarea que preguntara en la Feria de la Astronomía cómo se iban a alinear los planetas en el 2012 y qué acontecimiento catastrófico iba a suceder.
Yo le expliqué al chavito que las alineaciones de los planetas, tal como me han contado mis cuates que estudian Astronomía, puede que sucedan cada tantos millones de años, pero no en el 2012. Le conté de la dificultad de esas cosas que llaman profecías así como de las personas que se pusieron a vender libros para hacerse ricos a partir de una muy mala interpretación y lectura de las estelas mayas y de libros como el Popol Vuh (o como se escriba).
El domingo fue más interesante, una periodista y un camarógrafo del canal 52mx anduvieron por la expo. Al final, como vieron que me mareaba a la gente explicándoles todos los detalles de la expo, me pidieron que les diera una explicación para el canal y así lo hice. A su vez, me hicieron unas preguntas extras. Creo que fueron algo difíciles y espero haberlas contestado bien. Desde el principio, cuando me pidieron mis datos, les dije que estudiaba Biología Marina (lo hice para que me preguntaran cosas de Biología solamente), sin embargo, me hicieron muchas preguntas variadas sobre Física y Astronomía. Creo que lo que me hizo el paro fue que leo muchos libros de divulgación científica.
En la tarde, llegó el caso quizás más trágico que molestó a todos (anfitriones, coordinadores de área, visitantes, aficionados a la Astronomía, etc.). Llegó a la parte donde yo estaba un señor con su familia. Le ofrecí mis servicios para cualquier explicación sobre la sala, a lo que me agradeció pero me dijo que por el momento no.
Luego vino lo desquiciado. Como si el fuera anfitrión, empezó a explicarle a sus hijos (de unos 8 y diez años, niño y niña respectivamente) que las plantas extraterrestres no son el modelo que yo les había explicado sobre cómo nos imaginamos los colores de las plantas en otros planetas, sino que eran plantas verdaderas que habían traído los grises en sus platillos voladores para regalárselas a Maussán (juro que así lo dijo). Yo me reía al principio por lo que escuchaba, pero después vi que la cosa era muy seria. Explicó a sus hijos que los planetas habitables eran los planetas donde vivían los grises, y que la Astrobiología era la investigación en la que trabajaba Maussán al contactar a esos supuestos seres.
Yo no me atreví a interrumpirlo por una sencilla razón: se veía como que demasiado clavado en el asunto, como un fanático enfermizamente obsesionado que no quería que ningún anfitrión explicara nada, sino que lo que veía era suficiente para nutrir su fanatismo.
Mucha gente, cuando esta persona y su familia se fue, nos comentaron: si ese cuate quiere seguir creyendo en Santa Claus, allá él, pero ¿qué visión tan chueca de las cosas les está dando a sus hijos? Pobres chavitos.
Fuera de ese negrito en el arroz, la expo estuvo súper. Expliqué 30 veces la onda de las plantas extraterrestres. Al final, nos llevaron a todos los anfitriones a un patio del Palacio de Minería, en unas escaleras grandotas nos periodistas nos tomaron fotos y al final José Franco, el director del Instituto de Astronomía de la UNAM, se dirigió a nosotros para darnos las gracias. Comimos sándwiches, refrescos y yo metí por ahí una botella de Sunset (que ni me hizo cosquillas, por cierto). El grito de la porra de la UNAM con el “Goya” fue lo que me dejó sin voz (ahorita sólo me comunico con señas y escribiendo cosas, hasta que recupere la voz).
El pasado fin de semana fue sensacional.
Primero que nada, para el reporte escéptico, llegó un niño cuya maestra le había dejado de tarea que preguntara en la Feria de la Astronomía cómo se iban a alinear los planetas en el 2012 y qué acontecimiento catastrófico iba a suceder.
Yo le expliqué al chavito que las alineaciones de los planetas, tal como me han contado mis cuates que estudian Astronomía, puede que sucedan cada tantos millones de años, pero no en el 2012. Le conté de la dificultad de esas cosas que llaman profecías así como de las personas que se pusieron a vender libros para hacerse ricos a partir de una muy mala interpretación y lectura de las estelas mayas y de libros como el Popol Vuh (o como se escriba).
El domingo fue más interesante, una periodista y un camarógrafo del canal 52mx anduvieron por la expo. Al final, como vieron que me mareaba a la gente explicándoles todos los detalles de la expo, me pidieron que les diera una explicación para el canal y así lo hice. A su vez, me hicieron unas preguntas extras. Creo que fueron algo difíciles y espero haberlas contestado bien. Desde el principio, cuando me pidieron mis datos, les dije que estudiaba Biología Marina (lo hice para que me preguntaran cosas de Biología solamente), sin embargo, me hicieron muchas preguntas variadas sobre Física y Astronomía. Creo que lo que me hizo el paro fue que leo muchos libros de divulgación científica.
En la tarde, llegó el caso quizás más trágico que molestó a todos (anfitriones, coordinadores de área, visitantes, aficionados a la Astronomía, etc.). Llegó a la parte donde yo estaba un señor con su familia. Le ofrecí mis servicios para cualquier explicación sobre la sala, a lo que me agradeció pero me dijo que por el momento no.
Luego vino lo desquiciado. Como si el fuera anfitrión, empezó a explicarle a sus hijos (de unos 8 y diez años, niño y niña respectivamente) que las plantas extraterrestres no son el modelo que yo les había explicado sobre cómo nos imaginamos los colores de las plantas en otros planetas, sino que eran plantas verdaderas que habían traído los grises en sus platillos voladores para regalárselas a Maussán (juro que así lo dijo). Yo me reía al principio por lo que escuchaba, pero después vi que la cosa era muy seria. Explicó a sus hijos que los planetas habitables eran los planetas donde vivían los grises, y que la Astrobiología era la investigación en la que trabajaba Maussán al contactar a esos supuestos seres.
Yo no me atreví a interrumpirlo por una sencilla razón: se veía como que demasiado clavado en el asunto, como un fanático enfermizamente obsesionado que no quería que ningún anfitrión explicara nada, sino que lo que veía era suficiente para nutrir su fanatismo.
Mucha gente, cuando esta persona y su familia se fue, nos comentaron: si ese cuate quiere seguir creyendo en Santa Claus, allá él, pero ¿qué visión tan chueca de las cosas les está dando a sus hijos? Pobres chavitos.
Fuera de ese negrito en el arroz, la expo estuvo súper. Expliqué 30 veces la onda de las plantas extraterrestres. Al final, nos llevaron a todos los anfitriones a un patio del Palacio de Minería, en unas escaleras grandotas nos periodistas nos tomaron fotos y al final José Franco, el director del Instituto de Astronomía de la UNAM, se dirigió a nosotros para darnos las gracias. Comimos sándwiches, refrescos y yo metí por ahí una botella de Sunset (que ni me hizo cosquillas, por cierto). El grito de la porra de la UNAM con el “Goya” fue lo que me dejó sin voz (ahorita sólo me comunico con señas y escribiendo cosas, hasta que recupere la voz).
[El Cristianismo es] la creencia de que un zombie cósmico judío que era su propio padre puede hacerte vivir para siempre si comes simbólicamente su cuerpo y le dices telepáticamente que lo aceptas como tu amo, para que él pueda remover una fuerza maligna
-
Lalo Marquez
- Super Moderador
- Mensajes: 2700
- Registrado: Mié Feb 26, 2003 10:00 pm
- Posición: Escéptico
- Ubicación: México
- Contactar:
Re: Les comparto dos cosas
Hace mucho que no envidiaba tanto vivir en el D.F., me hubiera gustado mucho, pero mucho haber podido asistir a dicho evento.