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No sabía donde poner este post. Es una noticia entre religiosa y política, pero bien podría catalogarse como filosofía o humorística. Pero mi chapucero análisis me lo hace ver como una nota política, el Vaticano, es al final una unidad política, pues bien la nota es esta:



Lo que más ridículo de algunos creyentes es esta…yo diría esquizofrenia, en el sentido literal de la palabra, al tratar de querer cumplir con las ridículas normas de la iglesia que se contraponen con su estilo de vida. Es ciertamente ridículo, en muchos sentidos, esta obsesión de la expareja presidencial de contraer matrimonio eclesiástico, me supongo que tiene un fin político: el presidente de los demócratas cristianos de Latinoamérica (una entelequia) no puede vivir en “pecado”, ¿Cómo si fuera pecaminoso estarse tirando una chaparra arribista? Y no lo fuera vivir en la insultante opulencia en la que viven, que si bien no está demostrado, ni se demostrará, que sea de procedencia ilícita, si es completamente inmoral que se halla obtenido de su desempeño como un pésimo presidente.

También es curiosa la decisión del Vaticano de “amargarle” la vida a uno de sus esbirros, también supongo que quiere demostrar “que todavía las puede”.

Y por último la confirmación de lo que todos sabían, escogimos como presidente a un desequilibrado mental

No, Roberto. Al parecer la Iglesia sólo se hacía la estrecha. Nada que no se arregle con un buen donativo para comprarle sandalias a las carmelitas descalzas.

Vicente Fox y Marta Sahagún anuncian que pueden contraer matrimonio religioso

http://www.soitu.es/soitu/2008/11/26/in ... 44664.html

Eso es lo que no entiendo mi estimado amigo, la broma pesada que el Vaticano les está jugando a los Fox, ellos creen que la anulación de su matrimonio significa que se pueden casar, pero, me parece que no les han informado que la rota romana también prohibió casarse a Vicente Fox (no sé si visitaste el link), aunque al final, guardas razón, ha de ser cuestión de dinero. Una vez más se demuestra que hacer un pacto con el Vaticano es casi hacer un pacto con el diablo o algún genio maligno. Ya me imagino la pequeña fortuna que la expareja presidencial pagó por su divorcio y ahora la que tendrán que pagar para que el permitan a un desequilibrado mental casarse. A ver si no le pasa al Vaticano como con Enrique VIII y en un descuido los mexicanos amanecemos con la primera iglesia cristiana azteca y Fox termina siendo su jefe supremo.

También puede ser, pecando de paranoico conspiracionista, que el Vaticano le otorgó el divorcio como pago a Fox, por los servicios prestados por el desmantelamiento que desde sus predecesores, se está haciendo del estado laico mexicano, pero al prohibirle casarse, lo están castigándole por no haberlo efectuado como ellos querían.

Pero, me parece que al final, no hay asunto eclesiástico que no se arregle por treinta monedas.